Queso El Estanque, afinado con calma
Fue en 1987 cuando nuestro fundador registró bajo el sugerente nombre de El Estanque una colección de quesos de calidad, honestos y auténticos. Casi cuatro décadas después, El Estanque conserva la poesía de su método tradicional de elaboración y, a la vez, ¡es pura resistencia! Ha pasado el tiempo y, ya en la segunda generación, continuamos mimando un producto esencial con una filosofía clara: defender y extender el valor del buen queso en el mercado. Sólo así aseguramos su futuro.
En el corazón de Haro, La Rioja
Desde 1961, en el corazón de Haro y de la familia Martínez, el cariño por el noble oficio de elaborar quesos sabrosos, con carácter, se llama Lácteos Martínez. Con más de 2 millones de kilos de producción al año, gracias a 15.300.000 litros de leche, nuestra empresa es única por sus quesos de corteza natural y su presencia en más de 20 países.
Los quesos monovarietales de vaca, oveja y cabra, y los de mezcla, son un placer gastronómico accesible para todos los consumidores y están presentes en los principales grupos de distribución nacional y regional (Alcampo, Eroski, El Corte Inglés, entre otros). Calidad, recetas tradicionales que resumen una filosofía de vida, maduraciones largas, el gusto intenso de la leche de verdad y de los pastos naturales en los que se alimenta el ganado… Quesos, en definitiva, en los que la autenticidad tiene un sabor que todos merecen probar, que todos merecen reconocer, distinguir ¡y disfrutar!
Los estanques son lugares apacibles que salpican nuestro entorno y que perduran en nuestra memoria, como los cuadros impresionistas de Monet. Desde Haro, te invitamos a descubrir nuestro particular estanque: un retiro relajado con alma de queso en el corazón de La Rioja, un viaje sosegado que nos transporta a las recetas tradicionales. Una poesía de texturas, aromas y sabores que se mantienen en el tiempo.
Somos la resistencia
Nos resistimos a ser sólo para unos pocos
Amamos el queso. No sólo estamos convencidos de lo que hacemos, sino que creemos firmemente en nuestra manera de elaborar un buen queso desde el origen. Nuestra pasión por la calidad, por un producto creíble desde la humildad, después de tantas décadas, puede interpretarse como una auténtica resistencia.
Sí, es cierto. Nos resistimos a ser sólo para unos pocos. A las prisas. A olvidar todo lo que aprendimos y lo que somos. Nos resistimos a las modas, a las tendencias, a las corrientes que nos desvíen de nuestro compromiso por ofrecerte nuestro mejor legado: ese capricho que te puedes permitir, que disfrutas en casa y que hace aún más especial un encuentro en familia y con los amigos. Ese queso que, una vez lo pruebas, repites.
Maestro quesero
El Maestro Quesero conoce bien cada uno de sus quesos: todos ellos son diferentes y, por ello, necesitan sus cuidados al elaborarlos, sus días y sus meses de reposo, cuyos tiempos de maduración son superiores a los que establece la normativa. La excelente materia prima y los diferentes ritmos de curación, son parte de su autenticidad. Afinados con calma, como siempre, su personalidad se redondea en el silencio de las cavas de maduración.
Queso El Estanque, afinado con calma
Fue el 5 de noviembre de 1987 cuando se registró, bajo este nombre tan evocador, una colección de quesos que, con la segunda generación, aún conserva el sabor y el mimo por el buen hacer artesano y que, con el paso de los años, se ha convertido en marca: joyas queseras que no pasan desapercibidas para aquellos consumidores que aprecian la calidad, las recetas tradicionales, los tiempos de maduración más largos y el cuidado de un producto único elaborado siguiendo la receta tradicional de nuestros fundadores, en la que el cuajo animal y los ingredientes naturales son nuestros mejores aliados.
Origen humilde, mimo y buen hacer
El Estanque conserva los valores de esta quesería de Haro (La Rioja), en cuyos 8.400 m² se elaboran anualmente 2.000 toneladas de queso. Casi cuatro décadas después, esta insignia de nombre poético es pura resistencia: sus sabrosos quesos monovarietales de vaca, oveja y cabra, y los de mezcla, siguen despertando los cinco sentidos en cada bocado.
Todos ellos denotan la pasión por el producto, el sabor intenso de la leche y los pastos naturales, los cuidados diarios que nuestros ganaderos procuran a cada uno de sus animales y la elaboración tradicional, a la que se suman los matices que aportan las cortezas naturales. Y, cómo no, la dedicación del Maestro Quesero y de un equipo que vela por mantener un compromiso gourmet que continúa intacto con el paso del tiempo.
Los estanques son lugares apacibles que salpican nuestro entorno y que perduran en nuestra memoria, como los cuadros impresionistas de Monet. Desde Haro, te invitamos a descubrir nuestro particular estanque: un retiro relajado con alma de queso en el corazón de La Rioja, un viaje sosegado que nos transporta a las recetas tradicionales. Una poesía de texturas, aromas y sabores que se mantienen en el tiempo.
Filosofía
Sin prisas, todo a su tiempo
Al igual que los animales pastan relajados, y con todos los cuidados, entre las montañas y los valles de la Sierra de La Rioja, en El Estanque nos gusta tomarnos nuestro tiempo. Lejos de las prisas. Ajenos al ajetreo. Nuestro Maestro Quesero conoce bien cada uno de sus quesos: todos ellos son diferentes y, por ello, necesitan sus cuidados al elaborarlos, sus días y sus meses de reposo, cuyos tiempos de maduración son superiores a los que establece la normativa. Ese conocimiento es parte de la propia personalidad del producto, donde la excelente materia prima y los diferentes ritmos de envejecimiento son los que confieren su autenticidad.
Maestro quesero
El carácter irrepetible de cada queso es fruto del mimo en su proceso, del silencio y la tranquilidad de las cavas de maduración. Y es entonces cuando, tras la calma de la quesería, llega la tempestad de un momento irrepetible en familia, de un reencuentro alegre entre amigos o, sin más, de un paseo a hurtadillas hasta la nevera para disfrutar de un instante a solas con nuestro queso preferido. Un queso sin apremios. Un queso con pausas. Es lo que se merecen nuestros clientes. Es lo que te mereces tú.